Hablemos del kéfir
- Ro Cio
- 3 ene 2018
- 3 Min. de lectura
Creo que merecen una entrada aparte, porque a pesar de que yo todavía no los vi en persona, aparentemente son la nueva moda y siento que ya los conozco gracias a todos los comentarios que escuché al respecto: Los nódulos de kéfir, los próximos integrantes de tu familia.
Son una combinación de bacterias y levaduras, mi amiga Paula me dijo que parecen pequeños coliflores, Béa Johnson (la autora de Zéro Waste) los usaba para hacer yogur y queso, Pedro me dijo que también podés hacer bebidas alcohólicas y cuando preguntás dónde conseguirlos te dicen que no se compran, se pasan de mano en mano.

Te comparto lo que sé hasta ahora, espero, pronto, poder hablar desde la experiencia. Esto es lo que me dijo Paula cuando me pasó la receta del yogur:
Los nódulos (granos) de kéfir son una mezcla de levaduras y bacterias probióticas que se alimentan de lo que le pongas, por ejemplo, la leche. Y así crecen, convirtiendo la lactosa en ácido láctico. Por cada 5 gramos de nódulos de kéfir, tenés que agregar 100 cm3 de leche, eso lo ponés en un recipiente no metálico (de vidrio o plástico), lo tapás con un trapo, porque necesitan aire para fermentar, y los dejás 24 hs. aproximadamente. Si los sacás a las 12 hs. vas a conseguir un yogur más líquido, si esperás 36 hs. va a quedar más espeso y ácido. De esta manera, colándolo, todos los días vas a tener yogur de kéfir. Es importante usar un colador no metálico porque el metal los daña. Aquello que colaste, es el yogur, los nódulos los volvés a poner en el frasco y les agregás leche y así todos los días. No te los tenés que olvidar porque se mueren. Las propiedades nutricionales dependerán de la leche que uses, si es entera o descremada, pero en general es probiótico, ayuda a la flora intestinal, a tratar trastornos digestivos, etc.
Paula lo probó con leche de vaca, en YouTube (donde consulto todo) dicen que también se puede hacer con leches vegetales.
Por otro lado Pedro me pasó esta información:
Hay dos tipos de nódulos de kéfir, el llamado kéfir de leche (o búlgaros) y el kéfir de agua (o tibicos, hongos tibetanos, etc.). El primero produce yogur al fermentar la leche, el segundo produce una bebida gasificasa al fermentar agua y frutas. Otra diferencia entre ellos es que los de agua se reproducen con mayor velocidad. Es muy difícil que alguno muera, se mantienen muy fácil, sólo hay que dedicarles un ratito cada día. Si te agarra fiaca, podés congelarlos y guardarlos hasta que quieras recomenzar el proceso.

Te dejo el link de la página Alimento y Conciencia de Alex Von Foerster donde te enseña a hacer un espumante de kéfir y frutillas. Me parece que vale la pena darle una revisada a su página, tiene muchas cosas interesantes. Además, si te interesa mucho, te cuento que ha venido a La Plata a dar talleres.
Bueno, todo muy lindo, pero ¿cómo conseguirlo? Sí se puede comprar online, pero como te conté, la gente se lo va pasando porque el kéfir se reproduce bastante rápido. ¿No está muy bueno eso? Es justo a lo que me refería en la entrada anterior, ¡esto es compartir saberes! Es algo bueno, natural y gratuito, que se comparte entre amigos.
Sin embargo, si sos de La Plata, te tengo una gran noticia: la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP lleva a cabo el PROYECTO KÉFIR, donde reparten y dan charlas informativas.
Esta entrada surgió a partir de "La cocina y las compras. Parte 1".
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